Diseñar una colección y escribir una historia es caminar al unísono por el camino hacia la creatividad. Transformar palabras en tejidos, sensaciones en costuras.
La de Circadiana se inspira en las emociones que evocan las luces del día, donde entre sus matices no existe principio ni final. ¿Deseas dejarte llevar y convertirte en protagonista? Entonces, continúa leyendo...
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capítulo 1. AMANECER
Y empieza a entrar con
fuerza el sol. Luz tenue, brillante, enérgica. Dormida pero con los
ojos abiertos. Un despertador que todavía sigue contando las horas
en silencio. Pie derecho en el suelo, le acompaña el izquierdo
detrás; y agradezco a la calidez de la mañana desenfríe sutilmente
mis pasos.
Me despido del abrazo de
la desnudez con las sábanas para deslizarme entre las cortinas. El
desayuno aguarda en el jardín.
No hay silencio. Son
las raíces creciendo al ritmo de las olas, impregnadas por una brisa
que susurra naturaleza.
capítulo 2. ATARDECER
Allí
permanece el reflejo de mi mirada feliz observándome desde el cristal. El
cielo respira alrededor mientras suspira una melodía con notas de
pasión. Deseo y atracción que reclamo a la luna semioculta tras el
final.
Con su inocencia me
apacigua cayendo rendida bajo su protección.
capítulo 3. ANOCHECER
Sobre
la almohada se acuestan conmigo los ecos del recuerdo. Son una
persistente exclamación intermitente; sinergia de alegres sombras.
Evocando la sencillez del paso del tiempo sueño una sonrisa en mi
rostro e imagino como los rayos de luz reaparecen evadiéndome así
de la soledad de la noche.
Tan sólo 12 horas y
nacerá un nuevo día. Circa díes.